El primer día
Ha pasado un año desde que se presentó Dominio Fournier Crianza 2016 en España. Madrid reunía a la prensa del sector vitivinícola y de estilo de vida para catar el vino y conocer la nueva etapa que esta Familia de Vino comenzaba en la Ribera del Duero.
Un espacio diáfano, iluminado desde claraboyas cenitales, con sillones de colores y una estética de taller de trabajo artesano, daba la bienvenida a un grupo de algo más de 50 personas. Las dos enólogas de Dominio Fournier, Marian Santamaría y Laura Terrazas, habían dejado su querido viñedo, el ruido de los cantos rodados al caminar sobre el terroir, la brisa que se filtra entre los árboles de la orilla del Duero y el legado de una bodega fundada en 1960, para desenvolverse entre el asfalto de Madrid y la curiosidad de tantos invitados.
El calor de las sonrisas y los encuentros celebraba la satisfacción del trabajo bien hecho, el cuidado en la elaboración de nuestro vino acompañado de una pieza artesanal, una escultura creada por artista José Piñero.
Famoso por diseñar vajillas de muchos restaurantes con estrella Michelin en España y el mundo, fue el creador de una escultura hecha con amor y específicamente para presentar nuestro vino.
Gran comunicador y amante del detalle, propuso que cada invitado, tras catar y sentir el vino Dominio Fournier Crianza 2016, pudiera decorar su escultura, de forma que sirviera también para que cada uno pudiera sentir “el buen hacer” y participar en este momento mágico de trabajar con las manos.
Después, los sillones se convirtieron en espacios de reunión donde comentar y preguntar sobre los detalles de la elaboración de este vino y lo que ha supuesto para las enólogas que este vino salga a la luz. “Cuando amas lo que haces, el resultado final merece la pena” podría ser el resumen del sentimiento con el que todos brindamos dando la bienvenida a este gran vino.